jueves, 4 de septiembre de 2008

MANZANAS TRAIGO...


Hoy planté un manzano.

No sé. La idea de que sea un árbol autosuficiente me tranquiliza. Sobretodo por el hecho de que no tengo ni la más remota idea de cuidar nada ni a nadie que no sea a mi misma.
¿Conseguirá sobrevivir por encima de mi?
Supongo que sí y si no se lo impiden, emergerán fuertes raíces de ese arbusto que se amarrarán al húmedo y resvaladizo suelo. Y así ha de ser. ¿cómo si no nos movemos los humanos por estos lares? Cual manzano. Nos anclamos como podemos, con los pies, los brazos o con los dientes o con todo a la vez encadenándonos a esa idea de vida que nos hemos regalado para que no nos empujen hacia uno u otro lugar. Y cómo bien dice la canción "duodinamiquera", hemos de resistir a cuantos vientos, huracanes y tornados se dignen a aparecer para voltear nuestros lacios o enredados cabellos. Pero con la razón de la sin razón. De la ignorancia del saber. Evitando hacer leña de árboles talados. Y con la lección más que aprendida compramos el mejor abono que engorde nuestras ramas para que se nos vea cual bellos frutales del que se asoma el mejor y más refrescante fruto.
Yo me pedí ser un manzano. No me preguntes por qué. Tal vez porque lo planté. Tal vez por su vulgaridad. Tal vez por su popularidad. Tal vez no. Tal vez porque tú compras manzanas. Tal vez porque las compro yo. Da igual. Soy una maldita/bendita manzana. ¡qué más da! Me pedí ser un manzano y ya está. Ahora es tarde para cambiar. Soy un manzano que se amarra a sí misma.
¡Vaya estupidez! Si me aferrara a algo más firme aún, pero no, no había robles en ese momento.

... en fin... es lo que hay.




1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y por qué es la fruta escogida para el pecado de Adán?

SPNB

PD:Manzanas quiero, para llenar mi frutero.